Por: Bruno Basile | Contacto: [email protected]
Recientemente, en una conversación informal, me preguntaron cómo había logrado cambiar de países, industrias y entender las necesidades de compañías de sectores aparentemente muy distintos.
Honestamente, nunca me había detenido a reflexionar sobre los caminos que he elegido y aquellos que, sin necesariamente haber sido planificados por mí, he tenido que recorrer.
Lo primero que me vino a la mente fue intuición. Tener la certeza de que las habilidades que he cultivado a lo largo de los años son aplicables a nuevas realidades me ha dado la confianza para elegir la opción más indicada según las circunstancias del momento.
Luego pensé en la aceptación. Sin duda, esta ha sido una de las lecciones más importantes que he aprendido en la vida, tanto a nivel personal como profesional. Entender el mundo laboral de la misma manera en que entendemos la ciencia —donde todo cambia, evoluciona y se actualiza en función de nuevas evidencias— nos permite estar preparados para adaptarnos a los cambios con mayor facilidad.
Por último, el análisis. Saber escuchar e interpretar lo que sucede a nuestro alrededor nos ayuda a anticiparnos a posibles cambios, ya sea de manera consciente o inconsciente. A veces, basta con tener curiosidad e interés por investigar más allá de lo que vemos a simple vista.
Más allá de estos factores, entran en juego aspectos personales y emocionales. En mi caso, siempre he sentido un profundo interés por conocer otras culturas, lo que me motivó a salir de Panamá y trabajar en dos países con entornos laborales completamente distintos al nuestro.
Otro elemento clave es el desarrollo de habilidades blandas, especialmente aquellas relacionadas con la comunicación y el relacionamiento. Adaptarse al cambio requiere establecer relaciones efectivas, escuchar activamente y comprender las necesidades de quienes nos rodean. Al final, esas personas se convierten en nuestros mejores aliados, ya sea dentro de la misma empresa o en la transición hacia un nuevo rol.
El mundo moderno nos impulsa a lidiar con cambios a gran velocidad. En lugar de resistirnos, podemos asumirlos con filosofía y aplicar nuestras experiencias de vida a cada ámbito en el que nos desenvolvemos. Mantener la calma, desarrollar empatía y entender que todas las personas y organizaciones atraviesan procesos de transformación, nos permitirá afrontar cualquier cambio con mayor resiliencia.
***Las opiniones aquí expresadas son de exclusiva responsabilidad del autor, y pueden no coincidir con las del cuerpo editorial de esta revista o las de este gremio empresarial.