Por: Catalina Fandiño Valderrama | [email protected]
Cuando comencé a trabajar en el área de Seguridad y Salud Ocupacional, debo reconocer que no tenía conocimiento alguno, pues mi formación en Derecho y Ciencias Políticas guardaba muy poco en común, o por lo menos eso creía. Comenzando de cero en otro país me vi en la imperiosa necesidad de adquirir conocimientos y formación para lograr ser la líder que mi jefe esperaba encontrar en mí. A partir de allí y fijándome una meta clara: ser la mejor en mi profesión, inicie a formarme en Seguridad Laboral, Higiene y Salud Ocupacional, Riesgos Laborales y por supuesto, estudiar la Legislación correspondiente en esta área.
A medida que pasaban los días, semanas y meses, y ya no solo con el conocimiento teórico sino también el práctico en campo, comencé a estar al tanto de las personas que realizaban los trabajos (la actividad en la que me desempeñaba era construcción) y para mi asombro eran excelentes trabajadores, con vasta experiencia y conocimiento en lo que hacían, pero sin un título, diploma o certificación que pudiera avalar ese magnifico conocimiento en la materia. Por supuesto, los jefes respaldaban su experiencia ya que es importante para desempeñar cualquier puesto laboral, aunque no contaran con un certificado de formación.
Han pasado los años y así mismo el mercado laboral ha creado exigencias de competitividad que hace 10 años no veíamos. Hoy en día, si quieres tener un mejor ingreso económico, debes tener aparte de experiencia y conocimiento, un respaldo que acredite ante las empresas que eres la persona apta y competente para ocupar el puesto.
Escuchamos mucho la frase “ser competente”. ¿En realidad sabemos lo que significa la palabra Competente? De acuerdo a la Norma internacional OSHA 29 CFR Sub Parte C, 1926.32 [m] establece que: “Competente: significa uno que, por la posición de un grado universitario, certificado o reputación profesional reconocida o que, por el conocimiento, adestramiento y experiencia extensa, ha demostrado satisfactoriamente su habilidad para solucionar o resolver problemas relacionados con la materia, el trabajo o el proyecto”.
Dentro de las muchas actividades en la industria y en la construcción, nos encontramos con un gran factor de inversión para las empresas (aparte del recurso humano) y son los equipos mecánicos. Estos se convierten en una herramienta de apoyo indispensable para la ejecución de sus actividades y conlleva una mayor responsabilidad dado su grado de riesgo durante su manejo y operación. Un accidente laboral puede resultar en una fatalidad. La primera medida preventiva es tener Operadores debidamente formados y certificados para desempeñar sus funciones.
“Hoy por hoy las empresas son conscientes que sus activos deben ser operados por personal certificado”.
Gran porcentaje de accidentes laborales con consecuencias de gravedad alertó a las instituciones gubernamentales en Panamá, y dieron paso a la creación y publicación en el año 2008 del Decreto Ejecutivo N°2 por el cual se “Reglamenta La Seguridad, Salud E Higiene En La Industria De La Construcción”. Dentro de sus múltiples artículos, establece que todo operador y ayudante de operador (RIGGER) debe contar con la respectiva formación que lo certifique como “Operador Certificado” o lo que es lo mismo, “Operador Competente”. Poco a poco iba quedando atrás ese “operador empírico”, que solo necesitaba de su experiencia y conocimiento para obtener ese puesto.
Debo confesar, aunque han pasado más de 10 años desde la promulgación de este reglamento, el proceso de cambio ha sido lento pero cada vez más exigente. Hoy por hoy las empresas son conscientes que sus activos deben ser operados por personal certificado. Un operador certificado adquiere conocimientos que van más allá de lo común de su experiencia; y el grado de ampliar ese conocimiento y llevarlo a un nivel profesional es bastante satisfactorio para un instructor, como es mi caso; escuchar expresiones como: <siempre lo he hecho pero no sabía que lo estaba haciendo de forma incorrecta> o <no sabía que había diferentes formas de leer la tabla de cargas> en trabajadores que llevan más de 10 años desempeñándose como Operadores de Grúas, en proceso de certificación es más común de lo que parece.
Un operador certificado brinda al cliente la confianza y calidad de su trabajo que a posteriori se logra reflejar en su pretensión o ingreso salarial. Dar el primer paso es muy fácil, ya sea por requisito que el cliente lo solicite al trabajador o para un mejor estatus que el Operador anhele en su trayectoria laboral.
Importante resaltar que la Norma en Seguridad para Operadores de Grúa, Equipos de Levantamiento y Equipo Pesado, está establecido en normas internacionales como la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) y American Society of Mechanical Engineers (ASME), así como otras disposiciones señaladas en la norma internacional American National Standards Institute (ANSI). Los cursos y respectiva certificación están bajo los parámetros de las normas antedichas.
Si eres un operador de equipo con años de experiencia, mar de conocimientos, pero sin respaldo de formación, es momento de subir de escalafón. Si eres dueño de equipos con “operadores empíricos” es momento de proteger y darle valor a ese activo tan importante en la industria. ¡El momento es ahora!
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