Diversas iniciativas son ejecutadas para combatir la competencia desigual, reducir las brechas y lograr una participación justa.
Por: Malema De León | [email protected]
Un nuevo estudio realizado por BID-INTAL (Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe), BID Invest y la División de Género (GDI) da conocer cómo la igualdad de género es un factor primordial para el desarrollo económico de los países y evidencia la competencia desigual existente.
Esta publicación se enfoca en las brechas de género que existen al interior de las firmas de América Latina y el Caribe en función de su perfil exportador y los factores que influyen en esta desigualdad. Entre sus hallazgos está que sólo el 14% de las empresas pertenece a mujeres y apenas el 15% de los cargos directivos se encuentra ocupado por ellas.
Únicamente en el 11% de las empresas el puesto de gerente principal está ocupado por una mujer, se señala en este estudio denominado Una olimpíada desigual: la equidad de género en las empresas latinoamericanas y del Caribe | Publicaciones (iadb.org), el cual expone factores determinantes que promueven que una firma sea equitativa en términos de género, así como las iniciativas y buenas prácticas que pueden ser replicadas por las empresas, gobiernos y bloques de integración para que las firmas se encuentren más fuertes y empoderadas en diversidad de género.
Entre las conclusiones que arroja la publicación es que las mujeres son minoría en las posiciones de liderazgo y en la participación laboral en las firmas, y este indicador solo mejora en las empresas que cuentan con alguna mujer entre las personas propietarias.
De acuerdo con la encuesta realizada para este estudio, el 14% de las firmas es de propiedad femenina, los directorios solo presentan un 15% de participación femenina, y en las gerencias principales se mantiene la tendencia, con solo 11% de mujeres ocupando ese cargo en la región. “En términos generales, la participación femenina es apenas el 33% del total”.
Además, las mujeres están mayoritariamente concentradas en las áreas consideradas «blandas» (64% del total de empleados en Recursos Humanos, el 63% en Comunicaciones y Relaciones Públicas y el 53% en Responsabilidad Social) , mientras que son minoría (35%) en las áreas consideradas «duras» como Comercio Exterior, Operaciones e Informática.
Otra de las conclusiones es que el 28% de las empresas tiene brechas salariales de género; solo el 18% investiga su existencia en su negocio, dejando al descubierto el largo camino por recorrer en este tema.
Paridad de género en Panamá

En enero de 2021, el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), por intermedio del Consejo Nacional para la Paridad de Género, creado en 2018, extendió un reconocimiento a las empresas adheridas a la Iniciativa de Paridad de Género (IPG). En esa oportunidad, más de 20 empresas fueron reconocidas por su trabajo e impulso de la igualdad de género y la reducción entre hombres y mujeres en nuestro país.
Tal reconocimiento se ofreció en un contexto especial adaptado por la COVID-19, donde las autoridades han trazado rutas de trabajo para seguir fomentando el empoderamiento femenino, un aspecto que forma parte de la gestión que desarrolla en la sociedad la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP), gremio empresarial que mantiene un acuerdo de adhesión a la Iniciativa de Paridad de Género (IPG), consciente de la importancia de la participación de la mujer en los diferentes espacios gremiales y de negocios.
Miembros de la IPG promueven la importancia de seguir trabajando por la paridad entre hombres y mujeres como un elemento clave para lograr el desarrollo sostenible y que contribuye al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en especial, con el ODS 3 que fomenta la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas.
A finales de 2020 un grupo de empresas panameñas recibió contenidos de buenas prácticas y herramientas encaminadas a ese propósito. Para esa ocasión, Sumarse-Pacto Global Panamá difundió un artículo en el que se citó un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), indicándose que la reducción de la brecha económica de género tendría un considerable impacto en la economía del país: “El Producto Interno Bruto per cápita de Panamá incrementaría un 21 por ciento al nivelar la participación laboral de las mujeres y los hombres”. En tanto, la tasa de participación laboral de las mujeres panameñas, de 51% está 21 puntos porcentuales por debajo de la de los hombres y la tasa de desempleo de las mujeres alcanza el 8%.
En Latinoamérica, según el Observatorio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el impacto de la COVID-19 sobre el empleo femenino ha sido muy significativo y la reducción del empleo en el primer trimestre de 2020, en términos proporcionales, fue mayor en el caso de las mujeres. Así, mientras el rango de caídas en el empleo masculino va del 3% a 34%, el femenino se extiende entre el 7% y el 43%.
En ese contexto, la OIT, junto al Consejo Nacional de la Empresa Privada (CoNEP) de Panamá, y su Comité de Género, impulsaron una jornada de capacitación para apoyar a las empresas panameñas a desarrollar acciones prácticas, simples y efectivas en esta materia. Los contenidos fueron tomados del Modelo de Igualdad de Género SCORE (MIG SCORE), fundamentado en el Programa Empresas Competitivas, Responsables y Sostenibles (SCORE, por sus siglas en inglés), con la cooperación financiera de Suiza y Noruega.
Desde 2017, Panamá cuenta con una legislación que establece una participación mínima de mujeres en juntas directivas estatales de 30%. Esta norma legal reglamenta su participación, no sólo por el hecho de su género, sino por sus méritos y profesionalismo.