La solidaridad se evidenció en medio de la crisis por Covid-19 y el impacto de ETA. Foto cortesía: Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC)

Huracán ETA, desastre natural

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La influencia del fenómeno alcanzó varias provincias y una comarca indígena, que hoy luchan por recuperarse.

Por: Malema De León | [email protected]

En Centroamérica, el paso de ETA fue devastador a inicios de noviembre pasado.  En Panamá, presto a celebrar sus efemérides patrias, este fenómeno natural dejó una veintena de muertos y cientos de familias damnificadas  en un entorno marcado por la destrucción, principalmente en el Caribe panameño y otras áreas del territorio nacional.  

Entre el 2 y el 5 de noviembre, de acuerdo con reportes de estaciones meteorológicas satelitales oficiales del país, se generaron lluvias extremas de variada intensidad que superaron los 300 mm de precipitación, provocando afectaciones graves como deslizamientos de tierra e inundaciones que ocasionaron pérdidas de vidas humanas y daños severos a infraestructuras, terrenos, carreteras, puentes, caminos de penetración, poblados, así como a la producción agrícola.

El país, mediante Resolución de Gabinete N° 85 de 7 de noviembre de 2020 se declaró Estado de Emergencia Ambiental en las provincias de Bocas del Toro, Chiriquí, Coclé, Herrera, Panamá, Panamá Oeste, Veraguas y la comarca Ngäbe Buglé, por efectos de ETA.
Y la Resolución de Gabinete N° 90 de 15 de noviembre de 2020 que modifica el artículo 1 de la Resolución de Gabinete No. 85 de 7 de noviembre de 2020, que ante la presencia de otro fenómeno atmosférico, en este caso el huracán IOTA, extiende la emergencia ambiental a las comarcas Guna Yala, Emberá Wounaan, Madugandi, Wargandi.

Con la declaratoria de estado de emergencia se adoptaron medidas especiales de ayuda, asistencia y movilización de recursos humanos y financieros con miras a asistir “a las poblaciones afectadas y revertir los deterioros ocasionados”.

Entre otras disposiciones, la resolución autorizó contrataciones, mediante procedimiento especial de adquisiciones para mitigar los desastres ocasionados por este huracán. Para ello, se establecí en US$ 100 millones la suma total autorizada para estas contrataciones especiales, dentro de un período que vence el 21 de marzo de 2021.

También se emitió la Resolución N° DM-0349-2020 de 11 de noviembre de 2020 por la cual se adoptan medidas provisionales frente al estado de emergencia ambiental declarado.

El Gobierno Nacional aplicó, para la atención de esta situación, el Plan Nacional de Respuestas a Emergencias y Desastres, y anuncio una hoja de ruta para recuperar el sector productivo en las zonas impactadas por ETA. En la semana de las afectaciones, efectuó la Fase de Rehabilitación a través de la “Operación Patria”, al tiempo que, desde el Centro de Acopio en el Parque Recreativo Omar, se despacharon 1,700 toneladas de ayuda humanitaria para los damnificados.

Para esa primera semana de noviembre, se contabilizaron 2,587 personas en albergues temporales; 17 fallecimientos como consecuencia de los deslizamientos e inundaciones; 999 residencias afectadas, de las cuales 597 en la Comarca; 248 en Chiriquí, 120 en Bocas del Toro y 34 en Veraguas.

Solidaridad nacional

Varios fueron los centros de acopio establecidos a nivel nacional, para canalizar la ayuda que se destinaría a los damnificados. Tal fue el caso de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP) que se hizo eco de esta movilidad social en apoyo a las personas afectadas.

“La sociedad panameña se ha hecho sentir de nuevo, brindando apoyo con la donación de enseres de primera necesidad, en la logística para hacer llegar estos, tanto a los centros de acopio como a lugares de afectación, y ha puesto a disposición maquinaria de utilidad para facilitar la tarea de remoción de escombros producto de las inundaciones y deslaves, así como en la limpieza de carreteras”, señaló el presidente del gremio, Jean Pierre Leignadier.

“La situación que vivimos ha subrayado la capacidad de resiliencia y solidaridad del pueblo panameño. Durante este tiempo, hemos reforzado la idea que no sólo se trata de la suma de todas las fuerzas, sino que este tipo de acontecimientos deben ser abordados de forma integral para atender y abarcar todas sus afectaciones”, subrayó, al tiempo que instó a la sumatoria de las fuerzas vivas del país en la ejecución de medidas ejemplares, puesto que ello ha demostrado ser efectiva a la hora de afrontar las situaciones de crisis y los riesgos ante eventualidades de la propia naturaleza.

“Son momentos muy difíciles, por lo que hoy, más que nunca, debemos remar unidos hacia una misma dirección para superar esta crisis y juntos salir adelante”, agregó.

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