La banca en Panamá mantiene niveles de liquidez desde antes de la llegada de la pandemia, factor importante para hacer frente a la complejidad del entorno actual

Resiliencia y solidez, retos de la banca panameña

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La banca en Panamá mantiene  niveles de liquidez desde antes de la llegada de la pandemia, factor importante para hacer frente a la complejidad del entorno actual.

Por: Malema De León | [email protected]

La disminución de los ingresos por intereses, asociada a la desaceleración del crédito y los gastos por creación de provisiones crediticias, ha impactado las utilidades netas acumuladas del Centro Bancario Internacional (CBI), que, según reporte oficial, al mes de mayo de 2021 registraron US$520.6 millones, eso es, 15.4% menos en comparación con igual periodo del año anterior.

En cuanto a los activos del CBI, estos totalizaron US$128,578 millones, lo que representa una baja de US$241 millones con respecto al a mayo de 2020, es decir, una disminución interanual de 0.2%. Los depósitos, en tanto, ascendieron a US$94,486, dinámica que “corresponde a la confianza que ha mantenido tanto el depositante interno, como el externo, sobre la estabilidad del sistema bancario”.

E Informe de Actividad Bancaria de la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP), a mayo de 2021 reflejó que el sistema financiero continúa mostrando resiliencia y una posición, en general, sólida, con niveles de capital y de liquidez por encima de los mínimos regulatorios. De este modo, los colchones de provisiones y de capital, así como la mayor capitalización de utilidades por parte de las entidades bancarias, han sido los principales factores para mantener la solvencia frente a la crisis que el país atraviesa.

Los principales indicadores de solidez financieros, que determinan la sostenibilidad financiera de una entidad bancaria, son los índices regulatorios de liquidez y solvencia, los cuales se encuentran al doble de lo requerido legalmente.

Sobre la solvencia, el más reciente índice de adecuación de capital sobre activos ponderados por riesgo es de 16.2%, incluyendo requerimientos de capital por los riesgos de crédito, mercado y operacional en atención a Basilea III, lo que supera marcadamente el mínimo regulatorio de 8% que requiere la Ley Bancaria.

De acuerdo con el reporte, “este incremento se puede explicar, tanto por la recapitalización de algunas entidades, como por la reducción en el pago de dividendos y el menor saldo de activos sujetos a riesgo. Este último hecho, se explica principalmente por la menor actividad crediticia”.

La liquidez del Sistema Bancario alcanzó un 62.9%, superior al índice legal regulatorio del 30%. Las instituciones bancarias incrementaron sus reservas de liquidez, a raíz del Acuerdo sobre la implementación del Índice de Cobertura de Liquidez (LCR).

Según se informó, los requisitos de LCR y de activos líquidos de alta calidad son especialmente relevantes dada la ausencia de un banco central y un seguro de depósito.

En cuanto a las fuentes de financiamiento de la banca, los depósitos registraron un aumento de US$4,404 millones; es decir, 4.9%, lo cual es producto de la dinámica resultante de depósitos internos (+8.0%), en específico de los depósitos particulares.  

Análisis de Moody’s

La calificadora Moody’s analizó el sistema bancario panameño al 31 de marzo de 2021. En este informe señaló que el deterioro de la situación económica se reflejó en la menor dinámica de préstamos, los cuales disminuyeron tanto en el ejercicio de 2020 como al primer trimestre de 2021.

Con referencia a los indicadores de calidad de cartera, indicó que estos “exhiben mejoras” ante las medidas de alivio autorizadas por el Gobierno y la SBP; no obstante, “se espera un deterioro en los ratios de morosidad una vez culminen los plazos de prórroga otorgados a los Créditos Modificados, los cuales continúan con una participación importante dentro de las colocaciones de la Banca, al representan el 41% de los créditos del Sistema Bancario al cierre del primer trimestre de 2021”.

También se concluye en este informe que la liquidez legal de la banca se ha favorecido de la menor dinámica del crédito, por recursos provenientes de financiamientos bancarios y emisiones en mercado de capitales, así como de mayores captaciones de clientes particulares, quienes mostraron una mayor preferencia por depósitos a la vista y de ahorro para afrontar necesidades inmediatas de liquidez. “Lo anterior se ha dado a pesar de que Panamá se mantiene en la lista negra de la Unión Europea al registrarlo como un país no cooperador en temas fiscales, y en la lista gris de GAFI desde mediados del ejercicio 2020”.

De acuerdo con Moody’s, el sistema bancario también se encuentra expuesto a mediano plazo a la transición para el cambio de la tasa Libor, con el reto de lograr una gestión eficiente en la modificación de los contratos de préstamos y productos existentes. Se resalta que esa transición se aplazó para mediados del año 2023. Dentro de las tasas alternativas que está analizando el mercado destaca la tasa SOFR (tasa de financiación garantizada a un día de EE.UU.) y Sonia (índice promedio diario de la libra esterlina del Reino Unido).

A la fecha, la banca continúa analizando los posibles impactos y el proceso de transición más efectivo, según esta calificadora.

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