Por: Gustavo Manrique Salas | [email protected]
Estamos entrando a una nueva era donde parece que muchas cosas van a estar por hacerse, otras actividades necesitan reinventarse y cada uno de nosotros replanteándonos las prioridades y nuestro futuro.
En este contexto podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío e incluso podemos ir a buscar agua o quedarnos quietos; es una decisión personal.
En el 2007, el autor estadounidense Guy Kawasaki publicó su best seller “El Arte de Empezar”, muy oportuno para estos tiempos. Kawasaki contribuyó a que Apple se convirtiera en una de las grandes compañías del siglo; como director de Garage Technology Ventures tuvo la oportunidad de poner a prueba sus ideas con decenas de nuevas empresas de Internet y, como consultor, ha asesorado a cientos de personas en la fundación de sus empresas o en el lanzamiento de nuevos productos y servicios.
“El Arte de Empezar” nos ofrece cinco aspectos ineludibles para comenzar cualquier proyecto:
- El sentido. El principal motivo para emprender un negocio es crear algo con sentido, desarrollar un producto o servicio útil, que contribuya a mejorar la vida de los usuarios y, a su vez, que promueva un mundo mejor, y tenga un impacto real y significativo en la sociedad.
- El mantra. Para Kawasaki, los largos textos corporativos de intenciones, principios y visiones son aburridos y nadie los recuerda. En cambio, el autor nos invita a hacer del sentido un mantra, utilizar breves fórmulas verbales que permitan al equipo mantener el camino correcto y a las audiencias comprender claramente lo que haces y lo que aspiras lograr.
- Ponte en marcha. A diferencia de lo que nos dice la literatura actual y las tortuosas metodologías de desarrollo de modelos de negocio, “El Arte de Empezar” es eso, hacer, empezar haciendo. Desarrolla y distribuye tu producto o servicio y no te limites a hacer presentaciones, escribir o planificar.
- Defiende tu modelo de negocio. Independientemente del tipo de empresa que vayas a crear, siempre debes pensar en la forma de ganar dinero y ser rentable de forma sostenible. Esto implica entre otros aspectos definir el perfil del cliente y conocer sus necesidades y, después, crear un mecanismo de venta capaz de garantizar que los ingresos superen a los costes.
- Establece metas, supuestos y tareas. El paso final es confeccionar tres listas con los siguientes contenidos: Las principales metas que debes alcanzar, los supuestos de los que parte tu modelo de negocio y las tareas que necesitas realizar para crear una empresa.
Lo bueno de este libro es que es directo y franco; no ofrece metodologías complejas, sino rutas conceptuales que permiten abordar las ideas desde una perspectiva sencilla y práctica.
En definitiva, me quedo con una de sus frases más poderosas: el primer paso no debería ser el escribir un plan de negocio, una presentación o un modelo financiero. Si eres capaz de construir un prototipo y mostrarlo con éxito, puede que nunca tengas la necesidad o el tiempo para ningún tipo de plan.
*Las opiniones aquí expresadas son de exclusiva responsabilidad del autor, y pueden no coincidir con las del cuerpo editorial de esta revista o las de este gremio empresarial.