Por: Gustavo Manrique Salas | Socio de Stratego | Email:[email protected]
Hace más de 20 años leí un libro, el cual todavía conservo en mi biblioteca titulado “Megatendencias 2000”, de los visionarios John Naisbitt y Patricia Aburdene, un bestseller de la época.
Esta semana desempolvé el libro para revisar lo que platearon los autores en aquel momento. El libro empieza así: “Nos encontramos en el amanecer de una nueva era. Ante nosotros está el decenio más importante de la historia de la civilización… Será un decenio como no lo ha habido antes porque culminará en el milenio, el año 2000”.
Y aquí estamos, en el año 2020 tratando de asimilar lo que somos como sociedad. Sin embargo, escudriñando un poco las 10 megatendencias que propusieron, algunas han ocurrido y siguen operando con gran intensidad en nuestros días.
Parece insólito que todavía estemos discutiendo este tema; la igualdad ya no debe ser un tema de evangelización y/o discusión, debe ser y punto. Aún hay hombres por allí con profundos complejos, que pululan en las organizaciones con la mentalidad de la postguerra…
En este artículo quisiera abordar una tendencia que denominaron “el decenio del liderazgo femenino”.
La premisa de los autores fue que las corporaciones, tal como las conocemos (en los noventa cuando se editó el libro), fueron creadas por hombres y para hombres. Después de la Segunda Guerra Mundial, los veteranos estadounidenses cambiaron el uniforme militar por el overol de las fábricas y por el traje de oficina, pero en el sistema organizacional por el cual se gobernaban persistió el modelo militar autoritario y burocrático del siglo XIX.
Los autores, sin embargo, analizaron cómo el liderazgo femenino fue progresivamente tomando su espacio y estimaron que las mujeres estaban iniciando (a finales del siglo pasado) nuevos negocios dos veces más rápidamente que los hombres. Como trabajadores, profesionales y empresarias las mujeres comenzaban a dominar la sociedad de la información.
El capítulo de esta megatendencia concluía de esta forma: “Qué ingenuos eran los hombres y las mujeres de los 80, diremos, que creían en eso del techo de vidrio y pensaban que excluirían para siempre a las mujeres de la cima”.
Parece insólito que todavía estemos discutiendo este tema; la igualdad ya no debe ser un tema de evangelización y/o discusión, debe ser y punto. Aún hay hombres por allí con profundos complejos, que pululan en las organizaciones con la mentalidad de la postguerra. Es importante que sepan que los startup liderados por mujeres son más rentables, que la productividad con ellas es mayor y que la diversidad de género en los directorios agrega valoren la toma de decisiones y mejora la gestión empresarial.*Socio de Stratego.