Arturo Saenz | CEO de Synchro Projects and Solutions.

Los estándares internacionales ayudan al bienestar

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Por: Arturo Saenz | [email protected]

Diseñadores, desarrolladores, administradores y el público en general nos tenemos que preguntar si el estar adentro en nuestras casas, oficinas, locales comerciales e instituciones compromete nuestra salud. Lo mínimo que esperamos es que estos lugares no nos causen alguna enfermedad y lo óptimo sería que nos generen salud y bienestar.

Y es en este argumento en donde la norma internacional “WELL Building Standard” nos muestra un marco de referencia como ningún otro. Desglosa la definición de bienestar en sus diez partes importantes: aire, agua, luz, nutrición, movilidad, sonido, materiales, sensación térmica, salud mental y comunidad. Ayuda a entender cómo los contaminantes, patógenos, selección de materiales, o malas prácticas de construcción u operación nos puede afectar la salud física y mental hasta el punto de producirnos enfermedades crónicas. Ya el COVID-19 nos está mostrando la importancia de pensar y preocuparnos por el primer punto de diez: el aire.

El “WELL Building Standard” es manejado y administrado por el International WELL Building Institute (IWBI) que tiene como misión mejorar la salud y el bienestar de los seres humanos a través de los ambientes construidos. Este estándar, que salió en el año 2014, fue el resultado de siete años de estudios realizados por un amplio grupo de ingenieros, arquitectos, médicos y científicos de varias ramas que han adquirido el compromiso de continuamente investigar, recopilar e implementar las mejores prácticas de diseño y construcción que se alienan a la prevención de enfermedades y promoción de la salud.

El IWBI unió fuerzas con el Green Business Certification Inc. (GBCI), la misma organización que administra el proceso de certificación LEED, para proporcionar una certificación verificada por terceros. Es aplicable para edificios, oficinas, instituciones, escuelas, comunidades, edificios residenciales y cocinas, entre otros. Entre las empresas que han optado por alguna de las certificaciones en sus instalaciones están el Empire State Realty Trust, los Yankees de New York, JP Morgan, Cleveland Clinic y muchas otras.

Desde sus inicios hasta el día de hoy, el estándar ha sido adoptado en más de 67 países del mundo y ya cuenta con más de 390 proyectos certificados y 5,500 proyectos en proceso de certificación que representan alrededor de 76 millones de metros cuadrados. WELL también certifica a personas que han adquirido el conocimiento para gestionar el estándar y aplicar sus buenas prácticas. A estas personas se les conocen como los WELL AP y son certificados al pasar un examen administrado también por el Green Business Certification Inc. A la fecha, ya hay más de 7,000 WELL AP en el mundo.

En Panamá, este estándar está empezando a ser introducido, y en algunas oficinas corporativas se están ejecutando sus buenas prácticas y en otras se está dando el proceso de certificación. Para las oficinas, el argumento del bienestar es muy claro: trabajadores saludables y felices significa negocios saludables y rentables. Temas como el ausentismo, la baja productividad, el estrés, el aumento de prima de seguros y la percepción de la cultura organizacional tienen un costo más elevado al compararlo con el costo de implementación de adecuaciones saludables.

Adicional, y ahora con las consecuencias de la pandemia, los colaboradores van a exigir estar y trabajar en ambientes que les garanticen “por lo menos” que no les haga daño. Bajo este mismo argumento habría que adicionar a otras instalaciones como las escuelas, instituciones públicas u otras locales comerciales.

La reacción de las autoridades y algunos gremios ante la rápida e inesperada pandemia fue entendible. Se listaron recomendaciones y protocolos exigiendo su cumplimiento. Sin embargo, muchos de éstos tienen oportunidades para revisarlos y complementarlos con nueva información que ha surgido y seguirá surgiendo de los estudios enfocados en el desarrollo y construcción de ambientes seguros. Justo en este punto es que el conocimiento y la revisión de estándares internacionales como el WELL es importante. Su validación por muchos gremios técnicos alrededor del mundo lo pone como el marco de referencia para muchos temas de bienestar.

*Las opiniones aquí expresadas son de exclusiva responsabilidad del autor, y pueden no coincidir con las del cuerpo editorial de esta revista o las de este gremio empresarial.

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