Por: Josué Pérez | Contacto: [email protected]
En los últimos dos años, se ha observado una desaceleración económica, tanto a nivel local como internacional, en respuesta a los precios y las tasas de interés más elevadas producto del shock ocasionado por la pandemia. Aunque, desde la segunda mitad de 2022, se ha presentado un crecimiento interanual moderado de los precios, el nivel sigue siendo elevado.
Este año, se suma una variable que ejerce incertidumbre y presión significativa al alza de precios: los aranceles impuestos por Donald Trump y la respuesta de los países afectados.
La presión arancelaria ha ido en aumento desde inicios de marzo, cuando Estados Unidos impuso aranceles del 25% a México y Canadá (con excepción de los productos amparados por el tratado de libre comercio). En abril se anunciaron aranceles a nivel global, lo que generó tensiones comerciales, especialmente entre Estados Unidos y China. Las tasas impuestas llegaron hasta un 145% y 125%, respectivamente. Sin embargo, a mediados de mayo ambas naciones acordaron una pausa de 90 días para revisar la situación, durante la cual se redujeron temporalmente los aranceles al 30% y 10%. Aunque se han sostenido algunas conversaciones, persiste la incertidumbre sobre si al término de este plazo se logrará un acuerdo definitivo.
Ante este panorama, calificado como pesimista en términos de fricciones comerciales, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) revisó a la baja su proyección de crecimiento global tanto en marzo como a inicios de junio. De manera que, según su más reciente publicación, espera que a nivel global la tasa de crecimiento alcance un 2.9% tanto en 2025 como en 2026, alrededor de 0.4 puntos porcentuales menos en comparación con su informe de diciembre. Para Estados Unidos, la OCDE anticipa un crecimiento económico de 1.6% para este año y 1.5% para el próximo.
Aunque antes del anuncio de los aranceles se esperaba un desempeño más favorable para Panamá en comparación con otros países de la región -con pronósticos que apuntaban a un crecimiento del 4.0%-, según medios internacionales, por ahora se desconoce el impacto y alcance de estas medidas sobre la economía del país.
Dado que son generalizadas, se espera que las tasas de crecimiento sean revisadas a la baja a nivel global. No obstante, algunos analistas locales han destacado que la imposición arancelaria por parte de Estados Unidos podría aprovecharse para atraer empresas extranjeras y ampliar las operaciones de las Zonas de Libre Comercio, especialmente las relacionadas con el comercio electrónico.
Inflación
En 2024, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Panamá registró una variación interanual negativa del 0.2%. Esta disminución se explica, principalmente, por disminución de las tasas de seis de los 12 grupos que conforman la canasta básica de consumo. Entre estos, destaca el grupo de transporte, que representa un 17% del índice y registró una caída interanual del 0.6%. Por otro lado, el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas, que representa el 22% de la canasta de consumo, solo registró un incremento interanual del 0.1%.
Al cierre de abril de 2025 la inflación registró una tasa interanual negativa de 0.7%. Sin embargo, se espera una reversión en la tendencia a la baja debido al efecto inflacionario que podrían generar los nuevos aranceles sobre los productos importados. A nivel global, se prevé que estos aranceles eleven, al menos temporalmente, los precios y la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) ya ha advertido sobre el riesgo de que estos aumentos se trasladen de forma persistente a la inflación subyacente.
Tasas de interés
Tras el anuncio de aranceles por parte de Estados Unidos en el denominado ‘Día de la Liberación’, los mercados reaccionaron con fuerza.
Las bolsas globales cayeron entre un 3% y un 6%, el rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años disminuyó, y el dólar se debilitó, contrario a lo que tradicionalmente se esperaría ante medidas proteccionistas.
Inicialmente, los mercados aumentaron sus expectativas de recortes de tasas por parte de la FED (recorte de +100 puntos base en 2025). Sin embargo, Jerome Powell aclaró el pasado 4 de abril que la FED no actuará con prisa, priorizando la estabilidad de las expectativas de inflación. Aunque no se descartan recortes más adelante, estos dependerán de señales claras de enfriamiento económico.
Reforma a la CSS
En el frente interno, Panamá aprobó una reforma al sistema de pensiones que no incluyó un alza en la edad de jubilación. En cambio, se comprometió con aportes estatales por USD $966 millones anuales, ajustables hasta 4% por año, para financiar el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte, además de contribuciones adicionales al régimen de Enfermedad y Maternidad por US$$25 millones y US$$20.5 millones anuales para que la Caja de Seguro Social (CSS) haga frente a las fluctuaciones en bonos y valores que se vean afectados.
Esta decisión, aunque brinda alivio en el corto plazo, también podría aumentar la presión sobre las finanzas públicas y la sostenibilidad fiscal a largo plazo.
En conclusión, el entorno internacional actual, marcado por un resurgimiento del proteccionismo comercial, genera importantes retos para las economías abiertas como Panamá. Sin embargo, también se presentan oportunidades estratégicas para reposicionar al país como destino logístico y de manufactura regional. La clave estará en mantener una visión de largo plazo, promover la inversión productiva y fortalecer la resiliencia macroeconómica frente a un escenario internacional más volátil e incierto.
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