Más países se suman a la lucha contra las ETD; en esto, las inversiones y alianzas multisectoriales son fundamentales para afrontar los desafíos presentes y futuros.
Por: Malema De León | [email protected]
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el informe en inglés titulado Global report on neglected tropical diseases 2023, en el que se destacan los avances y los retos en la prestación de atención para las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD) en todo el mundo, en un contexto de perturbaciones relacionadas con la COVID-19.
De acuerdo con el informe de la OMS, las ETD siguen afectando de forma desproporcionada a los miembros más pobres de la comunidad mundial, principalmente en zonas donde la inocuidad del agua, el saneamiento y el acceso a la atención de salud son deficientes. Aunque hasta 179 países y territorios notificaron al menos un caso de ETD en 2021, 16 países representaban el 80% de la carga mundial de ETD. Se estima que unos 1650 millones de personas necesitan tratamiento para al menos una ETD.
Se estima que 1,650 millones de personas necesitan tratamiento para al menos una ETD, y que, a diciembre de 2022, 47 países habían eliminado al menos una de estas enfermedades, al tiempo que más naciones estaban en proceso de alcanzar este objetivo. En 2020, la Asamblea de la Salud aprobó la hoja de ruta para las ETD 2021-2030.
¿Qué son las ETD?
Las ETD son un grupo diverso de 20 afecciones que prevalecen principalmente en zonas tropicales, causadas por diversos patógenos como virus, bacterias, parásitos, hongos y toxinas. “Estas enfermedades tienen consecuencias sanitarias, sociales y económicas devastadoras y, cuando no son letales, muy a menudo provocan un estigma social de por vida y las consiguientes dificultades económicas”, señala la OMS.
Cromoblastomicosis y otras micosis profundas, dengue y chikungunya, dracunculosis, enfermedad de Chagas, envenenamiento por mordedura de serpiente, equinococosis, esquistosomiasis, filariasis linfática, helmintiasis transmitidas por el suelo, leishmaniasis, lepra, micetoma, oncocercosis, pian, rabia, sarna y otras ectoparasitosis, teniasis/cisticercosis, tracoma, trematodiasis de transmisión alimentaria, tripanosomiasis africana humana y úlcera de Buruli, son afectaciones que califican en el cuadro de las ETD.
Inversión, clave en la lucha contra las ETD
En el informe referido se hace hincapié en los mayores esfuerzos e inversiones necesarios para revertir los retrasos y acelerar el progreso hacia las metas de la hoja de ruta para las ETD de aquí a 2030.
De igual forma, se señala que la promoción de la apropiación y la rendición de cuentas por parte de los países, así como de la sostenibilidad y previsibilidad de la financiación, incluida una financiación nacional más sólida, son fundamentales para alcanzar los objetivos de la hoja de ruta para las ETD y posibilitar que los países cumplan sus compromisos de proporcionar servicios de calidad contra las ETD a las poblaciones afectadas.
La colaboración y las alianzas multisectoriales son vitales para conseguirlo. Un ejemplo fue la firma de un acuerdo entre la OMS y Gilead Sciences para la donación de 304 700 viales de AmBisome (anfotericina B liposomal inyectable) para el tratamiento de la leishmaniasis visceral en los países más afectados por la enfermedad, prorrogando su acuerdo anterior hasta 2025. La nueva iniciativa de colaboración, de tres años de duración, está valorada en US$ 11,3 millones y también prevé la prestación de apoyo financiero a la OMS.
La OMS insta a más asociados y donantes a que den un paso adelante y colmen las lagunas existentes que dificultan la plena ejecución de las actividades relacionadas con las ETD a escala mundial y local.
El pasado 30 de enero, Día Mundial de las ETD, que tuvo como lema “Actuemos ahora. Actuemos Juntos. Invirtamos en la lucha contra las enfermedades tropicales desatendidas”, la OMS hizo un llamamiento a todas las personas, incluidos dirigentes y comunidades, para que hagan frente a las desigualdades que provocan las ETD, y realicen inversiones audaces y sostenibles para liberar a las comunidades más vulnerables afectadas por las ETD de un círculo vicioso de enfermedad y pobreza.