Ante la desafiante carrera que representa para los países la adaptación al cambio climático, Panamá estrena una herramienta clave para su sostenibilidad ambiental.
Por: Malema De León | mdeleon@pancamara.org
El Atlas Interactivo de Riesgo por Efectos del Cambio Climático facilita la planificación territorial y la toma de decisiones estratégicas de adaptación que impactan directamente en el bienestar de la población, destacaron las autoridades del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) y representantes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en diciembre pasado cuando fue su lanzamiento.
A pesar que Panamá es reconocido como un país carbono negativo, no escapa de las amenazas por su vulnerabilidad climática, describieron los promotores del Atlas, poniendo de relieve los registros de lluvias intensas e inundaciones que impactaron provincias como Herrera, Los Santos, Chiriquí, Veraguas y Bocas del Toro, el año pasado, dejando claro que tales eventos extremos, “más allá de los daños materiales, han afectado profundamente a nuestras comunidades, demostrando que debemos redoblar esfuerzos para adaptarnos y protegernos ante lo inesperado”.
Ana Aguilar, directora operativa de Cambio Climático de MiAmbiente, explicó que esta iniciativa, integrada en la Plataforma Nacional de Transparencia Climática, combina datos científicos avanzados y análisis de riesgo climático. Además, destaca los sectores más vulnerables, como el turismo, el sector agropecuario, la infraestructura y los asentamientos humanos, brindando información clave para desarrollar estrategias de adaptación efectivas y sostenibles.
Según se anunció, el Atlas Interactivo de Riesgo Climático responde directamente a esas necesidades y ofrece datos claves para evaluar y visualizar los riesgos climáticos actuales y futuros en todo el país”.
Proceso y cooperación técnica
Correspondió al BID brindar asistencia técnica al gobierno panameño para avanzar con la agenda de cambio climático y sostenibilidad ambiental, identificando en este proceso vacíos en sistemas de información relacionados con la mitigación y adaptación al cambio climático y acciones criticas para operacionalizar los compromisos establecidos en las contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN1) que contribuyen a cumplir con el Acuerdo de París.
Al respecto, Leonor Corriols, especialista líder del BID, señaló que esta herramienta es el resultado de un esfuerzo colaborativo de casi dos años entre la entidad regional que representa, MiAmbiente, el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria, y más de 15 instituciones, que aportaron datos e insumos fundamentales para su desarrollo.
“Hoy, más que nunca, enfrentamos una realidad imperante: el cambio climático plantea riesgos a nuestras comunidades, infraestructuras y recursos naturales, lo que nos invita a replantear cómo planificamos y emprendemos acciones concretas para mitigar sus efectos. La naturaleza nos está hablando, y las recientes inundaciones en el país nos demuestran que no podemos esperar más. Es hora de actuar con más ánimo, pero sobre todo de manera coordinada”, resaltó.
Estrategia y financiamiento
Dilka Escobar, subdirectora de la Dirección de Inversiones, Concesiones y Riesgos del Estado (DICRE) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), formó parte del panel de expertos que analizó los aportes de este nuevo recurso desde una perspectiva interinstitucional, indicando que el Atlas proporciona datos geoespaciales y análisis detallados que permiten identificar áreas vulnerables, evaluar riesgos específicos y diseñar políticas y estrategias de adaptación más efectivas.
“No solo fortalece la planificación urbana y rural, sino que también promueve la colaboración entre sectores, integrando el conocimiento científico con acciones concretas para abordar los desafíos climáticos de manera integral”, manifestó, agregando que el Atlas fortalecerá la planificación estratégica financiera, en la evaluación de nuevos e innovadores instrumentos de protección financiera, que se ajustan a los requerimientos del país.
Durante su intervención, Escobar señaló que esta iniciativa complementa las estrategias financieras con las que cuenta el Estado panameño para hacer frente a eventos catastróficos productos de fenómenos de la naturaleza. Entre estas medidas se incluyen instrumentos de retención, como son la línea contingente, el préstamo y los seguros paramétricos, que en conjunto suman 500 millones de dólares en coberturas, aproximadamente.
De este panel de expertos sobresalió la interacción de ideas en cuanto a cómo el Atlas puede integrarse en políticas públicas y proyectos para construir un Panamá más resiliente.
