Miles de docentes en el ámbito regional participan en programas de formación para crear proyectos de impacto social y ambiental junto a sus estudiantes.
Por: Malema De León | mdeleon@panacamara.org
Mejorar los aprendizajes y la infraestructura educativa, reconstruir la confianza de las familias en las políticas y reducir el impacto de los riesgos naturales, son aspectos claves para alcanzar un desarrollo sostenible, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la agencia Learning by Helping, que trabajaron en conjunto para impulsar un programa de formación en materia de sostenibilidad social y ambiental que alcanzó a más de 12.000 docentes de la región.
En su informe donde califican de “desafiante” la situación de la educación en América Latina y el Caribe, se revela el interés de la comunidad docente de la región para formarse y capacitarse: 5,300 docentes de Argentina, 3,900 de Colombia, 811 de Chile, 618 de Ecuador, 421 de Uruguay, 371 de Perú, 328 de México, 182 de Venezuela, 88 de Costa Rica, 53 de El Salvador, 29 de República Dominicana, 21 de Bolivia, 16 de Nicaragua, 15 de Paraguay, 14 de Honduras, 13 de Guatemala, 11 de Brasil, 9 de Cuba, 8 de Estados Unidos. De Panamá, fueron 20 los participantes.
Docentes “pueden salvar al mundo”
Partiendo de que es fundamental “poner a la educación en el centro de las políticas públicas es un paso fundamental para generar cambios profundos para el presente y para el futuro”, Tomy Megna, director ejecutivo de Learning by Helping, señaló que la región cuenta con un ecosistema de actores muy comprometidos con la educación. “Para llegar más lejos, el único camino es trabajar juntos… Queremos escucharlos para articular esfuerzos que nos permitan desarrollar soluciones para un mundo más sostenible”, indicó.
En el informe se destaca el potencial de las alianzas y programas como la Certificación Docente en Innovación Social para el Desarrollo Sostenible, un programa impulsado por UNESCO y Learning by Helping, cuya primera edición culminó recientemente, orientada a profesionales de la educación de nivel inicial, primario, secundario y universitario de América Latina con alto nivel de compromiso con el rol que ocupan en la transformación de la sociedad.
La escala del mencionado programa aumentará este año 2025 para impactar a los docentes de la región.“El planeta atraviesa un presente desafiante y doloroso en el que las guerras, las catástrofes naturales, los conflictos sociales muestran que lograr la sostenibilidad que proponía la Agenda 2030 está cada vez más lejos. Existe una urgencia por construir un mundo, y en especial, una región más sostenible”, acotó Megna.
En este marco, dijo, las escuelas ocupan un rol clave a la hora de consolidar cambios profundos, porque allí se construye el futuro.
Una comunidad educadora como agente de cambio
Sobre el tema, Zelmira May, especialista del Programa para la Educación de la UNESCO, manifestó que “este tipo de formación permite a los docentes crecer como individuos, comprender el mundo en el que viven y llevar el desarrollo sostenible a sus aulas, algo que, sin duda, tendrá un impacto positivo en sus comunidades».
La meta es continuar capacitando a la mayor cantidad de profesionales de la educación para que conozcan los retos globales y adquieran las herramientas para actuar localmente. Bajo ese propósito, promueven el trabajo con “vocación de cambio” para construir un futuro sostenible en el mundo.