Las organizaciones que desempeñan actividades logísticas deben potenciar sus cadenas de valor con estrategias de conectividad para sobrellevar y afrontar las disrupciones actuales.
Por: Alexia López Nieto
Estudiante Comunicación Social -USMA | [email protected]
Las industrias logísticas se enfrentan a desafíos globales cada vez más complejos, que alteran los procesos de trabajo habituales y que impactan en el flujo de conexiones comerciales y en la distribución de bienes a nivel mundial.
Durante el marco de Expo Logística Panamá 2024, Jorge Barnett, director de Georgia Tech, abordó la temática sobre el futuro de la logística global, destacando la importancia fundamental de la conectividad en la evolución de las cadenas de valor.
“Produciendo en la región, distribuyendo desde la región. Para eso requieres conectividad”, expresó Barnett. En el corazón de su presentación, se discutieron cuatro puntos fundamentales que sustentan el tema:
Nodos intermodales e Hiperconectados:
En un mercado donde el cliente demanda inmediatez y la mejor calidad de servicio, el concepto de “nearshoring”, emerge como una de las opciones más convenientes para que las cadenas de valor cumplan estas expectativas.
Basándose en la reubicación de operaciones hacia lugares más cercanos a sus mercados principales, el nearshoring sería capaz de proporcionar una mejora en la conexión entre rutas comerciales, donde la variedad de puertos y servicios reduce el margen de riesgo, así como el tiempo de entrega origen-destino.
Orientación a servicios:
Si bien la competencia de costos continúa siendo importante, el factor sobresaliente de Latinoamérica no son los precios, sino el servicio. La oferta de reducción de tiempo en trayecto es nuestro producto más cotizado.
Las empresas líderes están buscando optimizar su calidad de servicio al cliente y, en el caso de Panamá, la infraestructura de primer nivel, la ubicación estratégica y el entorno regulatorio posiciona a este destino como un atractivo puntual para el desarrollo de conectividad en la región.
Las disrupciones son la norma, no la excepción:
Las disrupciones en corredores comerciales globales, el cambio climático y los desafíos geopolíticos fueron otros de los temas analizados. Al respecto, Barnett hizo una propuesta particular para los empresarios y negocios logísticos, partiendo “de un tema básico, vivimos en un mundo de disrupciones”, dijo en su planteamiento. Propone un cambio de perspectiva que permita reconocer la presencia de estas inquietudes y así “aprender a nadar con ellas”.
Transformación digital:
La transformación digital está remodelando el panorama logístico, impulsando la eficiencia de las cadenas de valor desde su raíz: el personal. “Porque a veces el primer pilar para generar cambio y para administrar cambio son los empleados”, sostuvo Barnett.
En esa materia, también añadió: “Somos los que participamos, el ser humano que está dentro de la cadena. Así que, si no comenzamos por ahí, no existe tal cosa como transformar digitalmente una empresa, o una cadena, o un país”.
De un consenso entre diversas instituciones, se destaca que las cadenas latinoamericanas poseen un alto potencial de conectividad. Las estrategias mencionadas, especialmente el nearshoring, optimizarían industrias de suministros como farmacéuticos, dispositivos médicos, auto repuestos o autopartes y semiconductores, por mencionar algunas.
La oportunidad de implementar estas estrategias en la región existe, a juicio de Barnett, y transformarían estas potencias en centros claves y determinantes para los negocios, fortaleciendo los mercados. En este sentido, resaltó que “no podemos pensar que el nearshoring es sobre Estados Unidos, o Europa. Nosotros también requerimos estos productos y somos un mercado emergente”.
El panorama de la logística en Latinoamérica es prometedor, sólo hace falta impulsarlo con conectividad, acotó el especialista.