Por: Malema De León | [email protected]
Se trata de una infección viral, estacional y con elevadas tasas de contagio; un problema de salud pública local, regional y mundial a combatir con la vacunación.
La influenza ha sido descrita como una infección vírica que afecta principalmente a la nariz, la garganta, los bronquios y, ocasionalmente, los pulmones. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), esta infección dura alrededor de una semana y se caracteriza por la aparición súbita de fiebre alta, dolores musculares, cefalea malestar general importante, tos seca, dolor de garganta y rinitis; se transmite con facilidad de una persona a otra a través de pequeñas partículas expulsadas con la tos o los estornudos. “Suele propagarse rápidamente en forma de epidemias estacionales”, informó.
En el ámbito mundial y regional, tanto la OPS como la Organización Mundial de la Salud (OMS) han recomendado priorizar la vacunación, sobre todo, a personas que tienen un riesgo particular de contraer una forma grave de la enfermedad cuya consecuencia sea la hospitalización o la muerte, además de aquellas con un mayor riesgo de estar expuestos a los virus gripales, como los profesionales de la salud.
Con las fuertes lluvias registradas en Panamá, las enfermedades respiratorias están emergiendo por lo que el Ministerio de Salud (Minsa), le pide a la población aplicarse la vacuna contra la influenza. Para ello, se ha puesto en marcha una campaña, de la cual el Programa Ampliado de Inmunización (PAI) ha emitido reportes. Al 16 de julio de 2024, por ejemplo, se habían aplicado 932,238 dosis a nivel nacional. En las instalaciones de Salud, 671,432; y en las policlínicas de la Caja de Seguro Social (CSS), 260,806.
Sobre este tema, especialistas del Hospital Paitilla han explicado que la influenza es causada por cuatro tipos de virus de Influenza: A, B, C y D. Los virus A y B causan epidemias en diversas temporadas del año; el tipo A puede llegar a causar una pandemia y es el más común; y el tipo C, produce infecciones leves en humanos, pero no brotes estacionales. En tanto, el tipo D afecta al ganado.
El virus de Influenza se reproduce más en climas fríos y secos, cuando las personas se congregan en sitios cerrados, la transmisión es mayor, y la exposición solar y los niveles de Vitamina D, son menores. “Por supuesto, medios de transporte masivos, celebraciones y grandes eventos o sitios con gente aglomerada, son lugares perfectos para su transmisión”, dijo Bruno Hammerschlag, especialista en Medicina Interna, Medicina Crítica y Neumología del Hospital Paitilla.
Hammerschlag indicó que “la vacuna cambia todos los años porque las cepas que producen la epidemia estacional mutan usualmente de manera anual. Todas las vacunas pueden producir reacciones locales y sistémicas usualmente leves. Muy pronto, tendremos disponibles vacunas de COVID-19 e Influenza juntas, lo cual aumentará la protección contra ambas infecciones y mejorará la cobertura”, anunció.
Influenza, resfriado, gripe o catarro
Confundir a la influenza o compararla con otras afecciones respiratorias estacionales tiende a minimizar su importancia, más cuando sus síntomas y posibles secuelas son mucho más severas, en especial cuando produce neumonías o complicaciones cardíacas o neurológicas, recalcó Hammerschlag. “La mayoría de los pacientes podrán tratarse en casa: sin embargo, debemos prevenir el uso desmedido de antibióticos, corticoides y algunos antivirales, siempre debe consultar con su médico antes de medicarse. Recordemos que este es un virus por lo que los antibióticos no surten ningún efecto sobre él”.
A juicio del galeno, “dificultad para respirar, fiebre sostenida o en aumento por más de cuatro días, e incapacidad para hidratarse o alimentarse adecuadamente, son motivos para acudir al hospital. Si tenemos factores de riesgo o convivimos con personas que los tienen, siempre que tenemos síntomas sugestivos de un resfriado, debemos hisoparnos para COVID-19 e Influenza”.
Bella Bethel Guerra, pediatra Neonatóloga del Hospital Paitilla, por su parte, explicó que “debemos poner especial atención con niños menores de cinco años y en especial menores de doce meses, mujeres embarazadas, mayores de sesenta y cinco años, especialmente con enfermedades crónicas (cardíacas, pulmonares, hepáticas, renales, cáncer, diabéticos no bien controlados); personas con obesidad, fumadores, personas con sistema inmune debilitado o inmunosuprimidas, corren mayor riesgo de complicaciones y muerte, y deben recibir tratamiento específico”.
Representantes de la OPS/OMS han reafirmado el criterio de que la vacuna contra la influenza es segura, y que se ha demostrado a lo largo de los años ser eficaz para prevenir los casos graves de esta enfermedad. Así mismo, reiteran la importancia de mantener las medidas higiénicas para evitar contagios, como lavarse las manos regularmente, cubrirse con el antebrazo al toser y estornudar, y, en la medida de lo posible, quedarse en casa si presenta síntomas por infección por un virus respiratorio.