El uso de la tecnología y las telecomunicaciones ha sido fundamental para agilizar los procesos ante la emergencia sanitaria.

Tendencias digitales demandan esquemas de ciberseguridad

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Aunque hay avances, se requieren mayores esfuerzos para fortalecer la seguridad ante las amenazas relacionadas a la tecnología y la digitalización.

Por: Malema De León | [email protected]

La Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) evaluaron el estado de la ciberseguridad en la región en la segunda edición del informe, «Ciberseguridad: riesgos, progreso y el camino a seguir en América Latina y el Caribe”, revelándose que,desde el último estudio realizado en 2016, más de la mitad de los países de la región han mejorado su disposición en esta materia al desarrollar e implementar estrategias nacionales y/o marcos legales que permiten una mejor respuesta a las ciberamenazas, incluyendo mayor protección de los datos personales de los ciudadanos.

No obstante, también se revela que hace falta incrementar los esfuerzos para fortalecer la ciberseguridad en la región ante la ausencia de planes necesarios para la protección de su infraestructura crítica, “un hecho particularmente preocupante en el contexto del COVID-19”.  Sumado a ello, la mayoría de los países requieren capacidades más sistemáticas y eficientes para monitorear y responder a los incidentes de ciberseguridad, así como la creación de organismos centrales encargados de coordinar las actividades de seguridad informática.

La OEA y el BID recomiendan destinar aún más recursos gubernamentales para ayudar a reducir el impacto social y económico de los incidentes cibernéticos, que sólo en 2019 costaron más de US$90,000 millones.

El documento destaca la necesidad de una cooperación más activa entre todas las partes interesadas, que permita fortalecer la capacidad de prevención de amenazas cibernéticas, así como la posibilidad de abordar algunos de los incidentes más comunes como el cibercrimen, las intrusiones en redes críticas y las operaciones cibernéticas políticamente motivadas.

 «América Latina y el Caribe necesitan hacer más para mejorar su situación de ciberseguridad», dijo Ana María Rodríguez, vicepresidenta de sectores y conocimiento del BID. «Los hallazgos son cruciales para guiar los esfuerzos de los gobiernos de la región, especialmente ahora que la crisis del COVID-19 ha acelerado nuestra dependencia de las plataformas digitales en nuestra vida profesional y personal», agregó.

Dependencia tecnológica

Durante su presentación en el Business Webinar: “Transformación Digital y su impacto en la ciberseguridad”, Carlos Alvarado, CEO de Fronteras Security / Millicom Tigo Panamá, señaló que, en el marco de la transformación digital, la seguridad y confidencialidad en el manejo de estos activos representan un desafío para todos los estratos de la sociedad. “El ciudadano normal está expuesto a un sin número de intentos de estafa y fraude; en el caso de las empresas, corren el peligro de ciberataques a sus sistemas informáticos”.

Para Alvarado, el proceso de transformación digital y la estructura de la seguridad informática deben ir de la mano. “Una estrategia de manejo de datos es tan importante como una estrategia de customer engagement en estos días y debe ser abordada con la suficiente relevancia dentro del customer journey map de cada empresa. Esta alineación clave, debe incluir a las personas, a los procesos y la tecnología para mantener exitosamente una seguridad sólida”, sostuvo.

Según datos que proporcionó, en el 2019, el costo promedio diario de un ciberataque para una empresa alcanzó la cifra de US$21,000.00; y, a nivel global, el cibercrimen generó pérdidas por alrededor de US$600 mil millones. “El panorama de amenazas está continuamente cambiando, es así como ataques utilizando inteligencia artificial y el factor “insider” ocupan los titulares en diversos medios de comunicación, causando estragos en seguridad y sobre todo en la confianza de las personas”, agregó.

La crisis por COVID-19 ha acelerado la dependencia en las plataformas digitales.

Entorno digital y amenazas

Jason Acuña, fundador de Outer Space Coders, y miembro del Grupo Asesor de Pequeñas Empresas de América Latina para Brother International Corporation, se ha referido a la importancia de estar preparado para evitar ataques cibernéticos.

“El trabajo remoto y la migración de los procesos hacia entornos digitales se incrementaron durante el período de emergencia sanitaria. Muchas empresas han transformado sus operaciones para adaptarse a la situación actual y seguir brindando sus productos y servicios. Sin embargo, hay algo que no ha cambiado: las amenazas a la seguridad informática”, ha manifestado sobre el tema.

De acuerdo con Acuña, la seguridad cibernética es un factor clave en las empresas de distinta escala, pero un gran número de propietarios de negocios no lo asumen con la seriedad que exige esta amenaza. Esta situación es más notable entre las pymes. “En 2019, casi el 30% de los propietarios de pequeñas y medianas empresas en la región no se preocupaban en absoluto de las amenazas a la seguridad cibernética, según los resultados de la encuesta anual Visión Pymes, realizada por Brother International Corporation”, citó.

También hizo referencia a que, al menos, uno de cada siete propietarios de negocios encuestados experimentó vulneraciones en su seguridad cibernética, según el estudio Visión Pymes de 2019. Actualmente, los riesgos son mayores, pues los delincuentes cibernéticos podrían aprovechar la situación actual para atacar a las empresas, a través del personal que labora de forma remota desde sus hogares.

Acuña hizo énfasis en que las nuevas dinámicas de trabajo amplían los riesgos de sufrir vulneraciones y comprometer datos, información y activos esenciales de nuestro negocio.

En cuanto a las pequeñas y medianas empresa, indicó que muchos de sus dueños creen falsamente que están a salvo de ataques cibernéticos porque son demasiado pequeños para que los delincuentes piensen en ellos. “En realidad, las pequeñas empresas tienen igual o mayor riesgo de ser víctimas del delito cibernético durante la emergencia sanitaria”.

De ahí que el  especialista recomiende invertir en ciberseguridad, lo que empieza desde un cambio de mentalidad. “Una vez que se desarrolla la mentalidad adecuada, los propietarios de pequeñas empresas deben capacitar a sus empleados sobre cómo anticipar y reconocer posibles ataques cibernéticos. Una tarea que representa muchos desafíos, pues la emergencia sanitaria ha elevado el número ataques y las posibilidades de sufrir una vulneración”.

Lo anterior, añadió, implica evaluar los correos electrónicos antes de abrirlos, aprender el uso adecuado de los equipos informáticos y los teléfonos móviles, reconocer cuándo no proporcionar información a terceros. Con este tipo de capacitación, los empleados sabrán qué acciones evitar para proteger la información de la empresa, cómo abrir un correo electrónico o página web que inicie un ataque cibernético, o proporcionar información a un cibercriminal, que pueda ser utilizada para infiltrarse en su red. Este nivel de seguridad es indispensable mientras una empresa continúe sus operaciones por medio del trabajo remoto, acotó.

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