Gustavo Manrique Salas| Contacto: [email protected]
Panamá es, sin duda, uno de los mejores destinos turísticos de la región. El trabajo que desde hace algunos años vienen desarrollando todos los actores de la industria y, en particular Promtur como la organización de mercadeo y promoción internacional de Panamá, cada vez va a dar mejores resultados.
La clave es la consistencia y el enfoque estratégico.
Para los destinos turísticos, el posicionamiento en el mercado internacional no depende únicamente de la belleza natural o el patrimonio cultural, sino de la capacidad de construir y comunicar una marca país sólida a lo largo del tiempo. Esta marca debe ser más que un eslogan o una campaña publicitaria; debe reflejar una experiencia coherente que conecte con la propuesta de valor que un país ofrece a sus visitantes.
Lograr este posicionamiento no se consigue solo con campañas internacionales de publicidad. Requiere una visión estratégica donde todos los sectores del país estén alineados. Las políticas públicas, la infraestructura turística, la capacitación de los trabajadores del sector y las alianzas con actores internacionales deben actuar como engranajes de una misma maquinaria. Aquí es donde radica el verdadero desafío: lograr que la percepción internacional de un destino sea consistente con la experiencia que se vive al visitarlo.
En este sentido, las campañas de comunicación deben basarse en una narrativa que hable no solo de los atractivos turísticos, sino también de la experiencia país. Este concepto involucra todo lo que un viajero vive desde que planea su visita hasta que regresa a casa: la atención en el aeropuerto, la calidad de los servicios turísticos, la hospitalidad de la gente, la facilidad para moverse, la gastronomía y, sobre todo, la coherencia entre lo que se promete y lo que se entrega.
Uno de los mayores errores que puede cometer un destino turístico es prometer una experiencia que no puede cumplir. Si una campaña de marca país resalta la hospitalidad y amabilidad de sus habitantes, pero el viajero encuentra lo contrario, esa incoherencia no solo afecta la reputación del país, sino que disminuye las posibilidades de que ese visitante recomiende el destino a otros. La experiencia país debe estar alineada con la propuesta de valor que la marca país comunica.
Es crucial que todos los actores involucrados en el sector turístico, desde hoteles hasta guías turísticos, estén alineados con la visión de la marca país y comprendan que su papel es fundamental para cumplir la promesa que se hace al mundo.
***Las opiniones aquí expresadas son de exclusiva responsabilidad del autor, y pueden no coincidir con las del cuerpo editorial de esta revista o las de este gremio empresarial.