El riesgo suicida es tema de salud pública, por lo que la concienciación y la atención integral son fundamentales para prevenir este tipo de conductas.
Por: Malema De León | [email protected]
El suicidio es definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el acto deliberado de quitarse la vida. Publicaciones de este organismo establecen que es prevenible, y que para lograr eficacia en las respuestas nacionales se necesita una estrategia integral multisectorial de prevención.
Según informes de la OMS, más de 800,000 personas mueren cada año por suicidio. Hay indicios de que, por cada adulto que se suicidó, posiblemente más de otros 20 intentaron suicidarse. A nivel poblacional, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) indica que las edades más frecuentes de suicidio son las productivas (20-60 años), y que, alrededor del 80% de los suicidios consumados ocurren en varones; sin embargo, las mujeres llevan a cabo más intentos de suicidio.
En el caso de Panamá, la OPS ha revelado que la prevalencia se ha mantenido constante en los últimos años, siendo alrededor de 3.1 por cada 100,000 habitantes. “Esto es un poco menor que el promedio de la región de Centroamérica, cuya tasa es de 5.1 por 100,000 habitantes”.
Las enfermedades mentales, principalmente la depresión y los trastornos por consumo de alcohol, el abuso de sustancias, la violencia, las sensaciones de pérdida y diversos entornos culturales y sociales constituyen importantes factores de riesgo de suicidio, por lo que, según la OMS, las estrategias eficaces son indispensables para prevenir el suicidio.
En tiempos de confinamiento y distanciamiento social a causa de la pandemia mundial por COVID-19, la doctora Vanessa Michell Flores, coordinadora de Salud Mental de la Caja de Seguro Social (CSS), ha señalado que hay que redoblar los esfuerzos, enfocados en estrategias de prevención del suicidio, a nivel nacional, y una educación continua en beneficio de la población.
De manera reciente, Panamá decretó el marco jurídico del abordaje integral de las conductas de riesgo suicida. Se trata de la Ley N° 174 de 2 de noviembre de 2020.
Mediante la nueva ley se declara de interés nacional las acciones del abordaje integral oportuno de este tipo de conductas, y que el Estado, a través del Ministerio de Salud (MINSA) garantizará el desarrollo de alianzas conjuntas tendientes a implementar esta ley, lo que incluye la cooperación técnica, económica y financiera estatal para su ejecución.
Entre los objetivos de la norma legal está disminuir la incidencia de conductas suicidas a través de acciones intersectoriales, interdisciplinarias y comunitarias; proteger los derechos de las personas que incurran en las mismas; fomentar la provisión de servicios integrales de salud mental y su articulación con la red de los servicios de salud para la prevención, detección, atención y rehabilitación de las personas afectadas y sus familiares.
Suicidio y juventud
La OMS ha señalado que el suicidio es la segunda causa principal de muerte entre personas de 15 a 29 años de edad (después de los accidentes de tránsito).
La UNICEF ha elaborado documentos al respecto. Desde el punto de vista de la salud mental, afirma, los adolescentes poseen vulnerabilidades particulares por su etapa del desarrollo, y enumera síntomas a los que es importante prestar atención, como por ejemplo, el desgano y desinterés, la tristeza y la soledad que pueden estar asociados a una depresión.
“En otros casos, los adolescentes manifiestan la depresión a través de un alto grado de excitabilidad. Hay algunos otros más observables como los cambios en la forma de alimentarse (pérdida o aumento de apetito) o los trastornos en el sueño”, señala UNICEF en una de sus guías comunicaciones sobre el tema.
Medidas contra el suicidio
La Dra. Flores argumentó que “si alguien dice que está pensando en el suicidio o se comporta de una forma que te hace pensar que podría tener pensamientos de este tipo, no le quites importancia a la situación, ya que muchas personas que se quitan la vida, han expresado su intención en algún momento”.
En septiembre del año pasado, en el marco del Día Mundial para la prevención del suicidio, el representante de la OPS en Panamá, Gerardo Alfaro, añadió que es importante tomar en cuenta algunas medidas contra el suicidio, tales como:
- Restringir el acceso a plaguicidas, medicamentos, armas de fuego y ciertos medicamentos;
- Información responsable por parte de los medios de comunicación, evitando el sensacionalismo y alentando mensajes esperanzadores;
- Desarrollar intervenciones escolares dirigidas a que los jóvenes adquieran capacidades y actitudes para enfrentarse a la vida;
- Implementar políticas orientadas a reducir el consumo nocivo de alcohol;
- Identificación temprana, tratamiento y atención de personas con problemas de salud mental y abuso de sustancias, dolores crónicos y trastorno emocional agudo.