Por: Adolfo Fábrega García de Paredes
De manera reitera, y con mayor énfasis en momentos álgidos del acontecer nacional como los vividos en los últimos meses, desde la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP) hemos destacado el valor del sector agropecuario para garantizar la seguridad alimentaria y el bienestar de la población. Encarar de manera oportuna los retos y desafíos producto de los cambios del entorno, ya sean humanos, climáticos u de cualquier otra índole, debe ser un compromiso de todos.
Este gremio, dado el devenir nacional, ha elevado su voz para proponer y apoyar iniciativas, tanto en áreas regulatorias y normativas, como de producción y mercadeo, que modernicen e impulsen al sector agropecuario panameño, y de quienes de él dependen. De ahí que la CCIAP manifieste su preocupación ante cualquier situación, en el entorno local, regional y mundial, que impacte negativamente al país, en esta ocasión directa a su sector agro, herramienta clave para la alimentación nacional segura.
Vulnerar e interrumpir el desempeño de esta cadena de valor, en la que intervienen y de la que dependen múltiples sectores o actividades económicas, es atentar contra el derecho humano, toda vez que la población está siendo afectada ante el desabastecimiento, el poco acceso y la escasez de productos, así como por el desmejoramiento en su calidad y variedad. Esto es, precisamente, lo que ha estado sucediendo desde octubre pasado: merma en la disponibilidad, el acceso y el consumo de alimentos, en detrimento de la población, a causa de los cierres de las principales carreteras y vías del territorio nacional que impiden su traslado y manejo adecuados.
Desde la campiña hasta la ciudad, el que siembra hasta el que produce, vende y exporta, están siendo vulnerados. De ahí que, proteger las tareas agropecuarias como sembrado y cosecha, producción y transporte de los diversos productos, que son perecederos, no solo es un deber sino una obligación en toda circunstancia, actual o futura, por parte de las autoridades para garantizar la seguridad y el bienestar de la población.
Tal y como destacamos en el tema central de esta nueva edición de Enlace Empresarial, tenemos el derecho de acceder, de manera permanente, a los alimentos y a los servicios que requerimos, en cantidad y calidad para un adecuado consumo dentro de los mercados. Es parte del derecho humano, y lo debemos priorizar ante cualquier situación o adversidad.
Ante las actuales circunstancias, desde este especio editorial, la CCIAP redobla el llamado a deponer intereses particulares y, en su lugar, ponderar aquellos que velen por el bienestar y la economía de todos. Como se ha reiterado, la presentación de propuestas e iniciativas, así como el diálogo y la participación oportunos, deben ser siempre mecanismos que garanticen esa seguridad alimentaria para todos, y que jamás debe ser vulnerada.
¡Contribuyamos a que Panamá siga adelante!