Por: Bruno Basile | [email protected]
De manera reciente, concluyó el encuentro anual del Consejo Mundial para el Desarrollo Sostenible (World Business Council for Sustainable Development, WBCSD), un espacio que reúne a los consejeros delegados y responsables de sostenibilidad de las empresas más importantes del mundo. Este año, el evento congregó a más de 500 participantes de forma presencial y cerca de 2500 de forma virtual, marcando un hito no solo por el número de personas, sino por el perfil y la diversidad de industrias representadas.
Sumarse, desde 2009, es la red local del WBCSD en nuestro país, lo cual permitió representar a Panamá en el evento y extraer aprendizajes para fortalecer la hoja de ruta del sector privado panameño hacia la sostenibilidad. Temas como el aumento de las brechas sociales, la acción climática y la preservación del capital natural fueron transversales durante la conferencia, que puso foco en los riesgos sistémicos que estos elementos generar tanto para las empresas como para la sociedad.
Durante el discurso inaugural, Peter Bakker, consejero delegado del WBCSD, mencionó que las compañías tienen que prepararse para un mundo donde deberán asumir la responsabilidad no solo de sus resultados financieros, sino de sus resultados en sostenibilidad. Según Bakker, las compañías globales deben enfocarse en trabajar cinco temas clave: Transición Energética, Alimentación y Agricultura, Biodiversidad, Reducción de las Desigualdades y Cambio de Mentalidad. En este último punto hizo hincapié en la importancia de que los líderes empresariales, y por ende las empresas, sean cocreadores de soluciones que permitan avanzar la agenda de sostenibilidad a nivel local, regional y global.
Por último, señaló tres oportunidades que se abren para el sector privado de cara al futuro al avanzar en la hoja de ruta de la sostenibilidad: Primero, la oportunidad de liderar con el ejemplo, entendiendo que esto genera beneficios reputacionales y vincula las acciones de responsabilidad social de la empresa con su propósito; en segundo lugar, la oportunidad de transformar las cadenas de valor de las empresas haciéndolas más resiliente y elevando sus estándares de sostenibilidad; y, por último, la oportunidad de demostrar el éxito empresarial replicando los estándares de responsabilidad financiera (financial accountability) en el ámbito ambiental, social y de gobernanza.
El mundo avanza hacia estándares de medición y cumplimiento en materia de sostenibilidad cada vez más estrictos. La voluntariedad está dejando paso a requerimientos regulatorios que inicialmente impactarán la operación de las grandes empresas multinacionales, pero eventualmente también llegarán a aquellas empresas en América Latina que busquen competir en mercados internacionales.
En Panamá, estamos en el momento ideal para que las empresas puedan entender, aprender, diseñar y aplicar estrategias de sostenibilidad adaptadas a nuestra realidad local con visión global. Solo así conseguiremos un sector privado más resiliente, articulado y acelerador de contribuciones estratégicas para alcanzar un desarrollo equitativo y justo para nuestro país.
***Las opiniones aquí expresadas son de exclusiva responsabilidad del autor, y pueden no coincidir con las del cuerpo editorial de esta revista o las de este gremio empresarial.